Hace unos días, coincidiendo con la entrevista de Ricky Rubio a Jordi Évole, Pipi Estrada, emocionado, hablaba sobre la importancia de la salud mental y ponía como ejemplo a su expareja, Miriam Sánchez, que está pasando por momentos muy difíciles desde hace años.
Este miércoles, en Y ahora Sonsoles, el periodista deportivo volvió a ahondar en la preocupante situación que atraviesa la exactriz. “Las adicciones le siguen pasando factura. Eso pertenece ya al pasado, pero, de alguna manera, hay ahí un remordimiento, una forma de mirar hacia atrás”, explicaba Estrada sobre la situación que ha llevado a su ex hasta aquí.
Recordando su inapelable victoria en Supervivientes con el 70% de los votos del público, Estrada rememoró su historia de amor con Sánchez: “Fueron 7 años de vino y rosas, hemos tenido nuestras cosas, pero no puedo decir nada malo. Me ha dado una de las cosas más bonitas que tengo en mi vida”, se sinceraba, haciendo alusión a su hija.
Sobre la joven, dijo: “Se dicen muchas cosas, muy injustas. A mí mi hija llegó a decirme: ‘me avergüenzo de ser tu hija’. Yo muero por mi hija. Yo siempre le ponía un ejemplo, si ahora entran unos pistoleros por esa puerta, el escudo que vas a encontrar es el de tu padre”.
En cuanto a la situación de su hija ante el problema de salud de Miriam, aseguró: “Deja inseguridad, problemas académicos, fracaso académico… Recuperar eso es a base de constancia, y vamos recuperando lentamente. Sobre todo, no quiere ir a clase presencial y habrá que buscar soluciones. Le da miedo por la crueldad”.
Además, aseguró que él hace porque madre e hija tengan relación. “Llevo un tiempo que no hablo con ella (Miriam), pero se vale por sí misma, está en ese proceso de intentar salir adelante, pero con la medicación es muy difícil. La medicación es una trampa, esto solo se soluciona afrontando. Al problema hay que darle la cara. Con la medicación no avanzas”.